Desde fuera, lo vemos y decimos: ¿pero porqué no le vas a gustar?, pero si empatizamos y nos ponemos en su interior, ¿pensaríamos lo mismo que ella?
Vivimos en una sociedad que nos hace empequeñecernos si no seguimos ciertos roles o si nuestro físico no va acorde con lo que esta dictamina. Sientes las miradas de los demás si llevas ropa que "no te pega", por tener unos kilos de más, o que piensan que te rompes si tienes kilos de menos. No aceptamos a la gente, aunque todos digamos que sí, que no nos importan los físicos, en realidad sí importan. De hecho el físico es en lo primero en lo que nos solemos fijar cuando conocemos a alguien, y observamos sus imperfecciones.
Tenemos el modelo de mujer y hombre tan interiorizado, que si una persona no está en esta categoría, se la denomina por un apodo o se la caracteriza: "gorda", "delgaducho", "palillo", "anoréxica"...
No somos conscientes del daño que podemos hacer con una palabra a una persona, y posiblemente, que le pueda marcar para el resto de su vida.
Aunque la serie lo intente tratar con humor y quitarle el hierro al asunto, lo cierto es que es algo serio que pasa día sí y día también en los institutos de todo el mundo, y debemos educar y enseñar en distintos cuerpos, medidas, religiones, etnias...y enseñar a querernos.
Nerea Moral de Castro
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